¡Hola bomboncitos! Me estoy haciendo una experta en leches vegetales y ya no las cambio por nada!! Son tan fáciles de hacer, tan buenas y tan sanas que las quiero probar todas y esta vez le ha tocado a la chufa 🙂
La receta original de la horchata lleva una cantidad de azúcar muy elevada (la mitad del peso de las chufas, es decir 125g…), para mi gusto ¡excesivo! La primera vez que hice la horchata seguí la receta tradicional pero no puse los 125 gr de azúcar, solamente pusé 100 gr y aún así, me pareció demasiado dulce…así que en esta segunda ocasión no he añadido azúcar, y os puedo garantizar que esta ¡¡DELICIOSA!! La chufa tiene un dulzor natural y no es necesario añadirle nada más, en caso de querer endulzar un poco os recomiendo que añadáis stevia o algún otro endulzante natural como miel, sirope de agave o arce o panela, a poquitos hasta conseguir el dulzor deseado.
Ingredientes para 1 litro de horchata:
– 250 gr. de chufas
– 1 litro de agua mineral o filtrada
– 1 pizca de sal
En primer lugar, hay que dejar las chufas remojando en agua durante toda la noche (mínimo 8 horas). Un vez pasado el tiempo, retiraremos el agua del remojo y las lavaremos muy bien hasta que el agua salga clara.
Después, las pasaremos al vaso de la batidora con 1 taza de agua, una pizca de sal y trituraremos durante 1 o 2 minutos a máxima potencia hasta conseguir una masa fina. A continuación, añadimos el resto del agua y trituramos un par de minutos más hasta que quede todo bien integrado.
Ahora utilizaremos un colador con una tela de lino o algodón fino para colar la leche, y «ordeñaremos» la tela hasta que salga todo el líquido, que no quede ni una gota!!!
Ahora simplemente, pasamos la horchata a una botella (preferiblemente de cristal) y la refrigeramos. Servir muy fría. Al no llevar conservantes solo os aguantara 3 o 4 días en la nevera, aunque no creo que os dure tanto….jajajaja
Espero que os guste y nos vemos en el siguiente post!
Besitossssss!!